Pasos Perdidos
Un hombre de talento
Traductor: Mercedes Noriega Bosch
Idioma original: Francés
Páginas: 204
Año: 2018
ISBN: 978-84-946593-3-1
PVP: 17,90 €
Formato: 14 x 22 cm

Un hombre de talento

Emmanuel Bove

Un hombre de talento, de una perfección clásica por la economía de medios, es al mismo tiempo una novela perturbadora, de una ambigüedad fundamental. Es una de las creaciones más inquietantes del extraño genio de Emmanuel Bove, escrita en 1942 cuando logró escapar de la Francia ocupada por los nazis.

Farsante o enfermo, iluminado o estafador, no se sabe quién es verdaderamente Maurice Lesca, su protagonista. Aparentemente es incapaz de llevar a cabo los proyectos que, sin embargo, no deja de imaginar. Vive con su hermana Emily en un pequeño apartamento de la calle Rivoli, en París. Tiene cincuenta y siete años, en otro tiempo fue médico. Es pobre, lleva una vida miserable, pero quizá quienes le rodean se equivocan con respecto a este hombre que, con magistral seguridad, sabe sacarle partido a su ineptitud. 

Maurice Lesca es un misterio. Como los personajes de Beckett, tiene la necesidad de actuar, hace planes, fracasa, vuelve a intentarlo continuamente y es como si nunca hiciera nada. En la precariedad e insignificancia de las vidas de Un hombre de talento se ha reflejado con más profundidad el mundo desolado de Emmanuel Bove.


Emmanuel Bove
Emmanuel Bove

Emmanuel Bove (París, 1898-1945), seudónimo de Emmanuel Bobovnikoff, es uno de los grandes novelistas franceses del siglo XX. Hijo de un exilado ruso y de una criada luxemburguesa, la infancia de Bove transcurre en París, Ginebra e Inglaterra, y está marcada, según las rachas de fortuna de su padre, por la inestabilidad entre un mundo de lujo y la miseria,

En 1924 publica, a instancias de Colette, su primera novela (Mes amis) que conoce un gran éxito, y en 1928 obtiene el premio Figuière, considerado más importante que el Goncourt.  A partir de entonces comienza un período de fecunda producción literaria con más de treinta obras publicadas, entre las que destaca El presentimiento (Pasos Perdidos, 2016). Colette, André Gide, Rilke, Max Jacob, Beckett («nadie como Bove ha tenido un sentido tan agudo del detalle») o Peter Hancke, su traductor al alemán, elogiaron su obra.

En 1942 consigue abandonar la Francia ocupada por los nazis y en Argel escribe sus últimas novelas: Huída en la noche (Pasos Perdidos, 2017) y La Trampa (Pasos Perdidos, 2014), que se niega a publicar hasta la liberación. Durante su exilio en Argelia contrae el paludismo y, a su regreso, muere en París en 1945.


Notas de prensa
Encuentros de Lecturas - 23/04/2018
Emmanuel Bove. Un hombre de talento
Por Santos Domínguez
“Eran las diez de la mañana. Maurice Lesca cogió la bolsa de hule, la dobló y se la colocó bajo el brazo. Cerró la puerta de la modesta cocina. Era un hombre de 57 años para quien, más que un beneficio, su elevada estatura y su fuerza se habían revelado un engorro durante toda su vida. Su pelo era canoso y castaño a partes iguales. Dependiendo de la luz, un color predominaba sobre el otro, ora haciéndole parecer más viejo ora rejuveneciéndole. En su rostro estaban inscritos los desengaños de una ya dilatada existencia. Llevaba un sombrero ablandado por el uso, calado no solo hasta las cejas, sino hasta las orejas y la nuca, y un holgado gabán gris verdoso. Cuando Maurice Lesca caminaba por la calle se le reconocía desde lejos por la forma que tenía de meter las manos en la abertura vertical de los bolsillos, empujándolas hacia delante como si escondiese algo demasiado voluminoso para que cupiese en ellos. A fin de que nadie reparase en que iba sin camisa y sin corbata, llevaba una bufanda cruzada sobre el pecho. Sus pantalones eran tan largos que le tapaban los talones. En cuanto a sus zapatos, estaban tan desgastados que habían perdido su forma natural y ni siquiera parecían exactamente iguales.” 
 
Así comienza Un hombre de talento, la novela que Emmanuel Bove escribió en 1942, el mismo año en que huyó a Argel desde la Francia ocupada. 
 
La publica Pasos perdidos con traducción de Mercedes Noriega Bosch y es una de las novelas que mejor reflejan el mundo sombrío y desalentado de Bove a través de un protagonista opaco, de comportamiento contradictorio y sorprendente.
 
Su incapacidad para la vida, su torpeza para las relaciones sociales, su carencia de sentido práctico conducen a Maurice, el protagonista, a una existencia miserable, a la desolación, al desengaño, a una constante sensación de fracaso:
 
“Los hombres de talento, los hombres inteligentes y, en especial, los hombres de carácter, todos tenían éxito en la vida. Si de joven hubiese seguido el camino que se abría ante él, si hubiese sido más paciente, si se hubiese contentado con ser un poco más rico cada año, un poco más respetable que el año anterior, hoy sería tan feliz como el profesor. Viviría en una buena casa. Tendría una criada. Tendría una esposa elegante que hablaría de él en los círculos sociales. Pero, por desgracia, todas esas cosas siempre le habían parecido ridículas. De modo que no podía quejarse. Y si ahora, en lugar de ser un personaje tan importante como el profesor, se veía obligado a rogarle a ese mismo profesor que le prestase cada mes unos cuantos cientos de francos (siempre con el miedo de que hubiese pasado poco tiempo desde el préstamo anterior, de que se hartase de él, de abusar) no tenía por qué extrañarse.”
 
Con el telón de fondo de los ambientes sórdidos por los que se mueve en París, Lesca es un derrotado que no acaba de perder del todo la esperanza de conseguir un bienestar elemental al que no tiene acceso. Vive una existencia precaria, la de un hombre que habita al fracaso permanente en el terreno profesional, sentimental y en la vida diaria.
 
No se trata sólo de una cuestión material: es también la indigencia moral, la humillación de tener que pedir dinero a su antiguo suegro para sobrevivir, tras una sucesión de decisiones equivocadas que le llevaron a dejar el ejercicio de la medicina o a separarse de su mujer.
 
Lesca es un hombre solitario y abandonado que vive con su hermana Emily y que decide ayudar por compasión a la señora Maze, librera divorciada, su única amiga. Enfermo, viejo y pobre, sucesivamente desinteresado y mezquino, solidario y desdeñoso, generoso y egoísta, Lesca es un personaje de comportamiento incomprensible y contradictorio, acosado por las dudas: “Ayer dije una cosa y acto seguido dije la contraria. Ahora pienso que quizá tenía razón. Hace un momento, pensaba que me equivocaba. ¿Qué pensaré dentro de cinco minutos? No tengo ni idea. Lo contrario de lo que pienso ahora, sin duda.” 
 
Un personaje que se mueve siempre entre la acción y la abstención, porque “todo aquello en lo que se embarcaba Lesca, incluso cuando su objetivo era absolutamente desinteresado, se acababa volviendo contra él.”
 
Además de una obra perturbadora, es una de las novelas más agrias de un Bove irónico en el título –Un homme qui savait en el original- y sarcástico cuando presenta el carácter complejo del protagonista, un antihéroe humillado y orgulloso que se arruina la vida entre la duda y la inacción, un ser desanimado y grotesco al que nadie se toma en serio, porque nadie lo entiende. Ni él mismo ni el perplejo lector de esta novela inolvidable.
 
Brújulas y espirales - 13/04/2018
¿QUIÉN ES REALMENTE MAURICE LESCA?
Por Francisco Martínez Bouzas
Un hombre de talento
Emmanuel Bove
Traducción de Mercedes Noriega Bosch
Editorial Pasos Perdidos, Madrid, 2018, 202 páginas
 
   
 
   La primera oportunidad de poder leer en español a Emmanuel Bove (1895-1945) tuvo lugar con la traducción deMes amis (1924), la novela que, interesada por su obra, publicó Colette. Un libro que proporcionó al autor un gran éxito. Será alabado por Rilke, Gide o Beckett, y Emmanuel Bove comienza a vislumbrar que puede tener un lugar en el mundo. Previamente, en 1921, había iniciado una carrera de novelista popular llegando a publicar diez novelas ligeras con el pseudónimo de Jean o Emmanuel Valois.
   Autor de al menos treinta y ocho novelas firmadas con su nombre -a veces publicaba hasta seis libros al año- en el periplo de una vida repleta de altibajos y rachas buenas o malas de la fortuna. Sus últimas obras, La Piege, Départ dans la nuit y Non-lieu fueron escritas en Argelia a donde se había trasladado huyendo de la ocupación alemana. Desde la década de los setenta, Emmanuel Bove es un figura reconocida como uno de los grandes narradores franceses del pasado siglo, especialmente a partir de que Peter Hancke tradujese sus obras al alemán, llegando a compararlo con Chéjov y Scott Fitzgerald.
   Un home que saveit, ahora traducido por Pasos Perdidos con el título de Un hombre de talento, es una de las últimas novelas de Bove. Escrita en 1942, no vio su edición hasta 1985.
   Aunque en la novela intervienen otros personajes, el principal y único protagonista es Maurice Lesca. Tiene cincuenta y siete años. Vive en un pequeño apartamento de la calle Rivoli con Emily, su hermana. Su vida transcurre como la de un modesto jubilado, a pesar de que había sido médico, profesión de la que desertó por falta de vocación. Hasta la llegada de Emily hacía sus propias compras, se preparaba la comida, se lavaba la ropa, cosía los botones. Pero no cobraba ninguna pensión. Ahora, lleva cinco años malviviendo con su hermana, aparentando lo que no es, desarrollando una problemática vida cotidiana, ni buena ni mala, pero muy superficial, reconoce él mismo. Pero estaba convencido de que los hombres de talento, especialmente los hombres de carácter siempre terminan teniendo éxito en la vida.
   Sin embargo Maurice Lesca en el fondo no sabemos lo que es: un hombre galante con su amiga la señora Maze a la que, no obstante, estafa; un embustero; un infeliz; un manipulador que sobreactúa en algunas ocasiones; un enfermo incapaz de llevar a buen término sus proyectos que constantemente planea. Con todo, sabe sacarle partido a su lacerante ineptitud. En realidad, Maurice Lesca anticipa las turbadoras obsesiones de algunos personajes de Beckett.
   La novela, excepción hecha de algún receso que al autor emplea para darnos cuenta de los antecedentes del protagonista y de su hermana, se reduce a narrar la rutinaria convivencia de un egoísta con su hermana, rodeados de un París, una ciudad dulce y brumosa, pujante de vida, de encuentros, con animados cafés y tiendas de negocios. En ese ambiente, Maurice Lesca deambula por las calles, observa, recuerda, se interroga sobre su propia condición alienada, piensa en las ocasiones perdidas y sueña con otras que llegarán; a veces conversa con su amiga librera sobre la que fantasea que podrá ayudar.
   No hay otro argumento en esta pieza. En el fondo, el lector se queda sin saber quién es realmente Maurice Lesca. A pesar de que nada sucede, Un hombre de talento es realmete un libro muy duro, en el que reluce la tremenda desilusión del autor en el momento en el que escribía la novela, al poco tiempo de su huída de Francia.
   Novela escrita con una gran parquedad de medios: diálogos aparentemente banales que, no obstante, revelan una gran profundidad psicológica. Frases breves, reiterativas, gusto por los detalles, por la elusión. En síntesis, una novela en la que lo que la hace interesante no es tanto una interesante trama argumental  como la tonalidad con la que está escrita.

 
Pasos Perdidos 2011
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